Hoy he leído un par de blog en los que las famosas se solidarizaban con otra famosa porque había sido criticada por su aumento de peso. Una de ellas hablaba de que todas teníamos cicatrices, imperfecciones y que era eso lo que nos hacía únicos y bellos. Está claro que todos queremos creer en ello, todos queremos pensar como Sara Carbonero, pero a mí lo que me preocupa no son esos kilos de más, ni las cicatrices que muestran nuestras pieles.
A mí me preocupa ese peso de más que nos impide avanzar con la cabeza alta, ese peso que no es otro que los miedos y complejos. Esa preocupación del que dirán de mí si me pongo esta ropa, es de la temporada pasada, me queda muy apretada o muy suelta.. el no bailar libremente porque temes que se burlen de tu falta de coordinación. Ese peso no se quita con horas de gimnasio, no se quita con dieta, ese peso es el que arrastramos y nos impide ver los avances que hacemos .. incapaces de mirarnos en el espejo y vernos tal y cual somos en realidad y no como nos empeñamos en vernos.
Me preocupa esas cicatrices, no esas que tengo por todo el cuerpo por el barranquismo o el senderismo, por esa caída en la bici de cuando fui de visita a Italia, o esas estrías de cuándo perdí 13 kilos... no esas cicatrices no me molestan.. no me hacen sentir mal.. Las que me hacen sentir avergonzada son las que no se ven, son esas hechas por las heridas de una niñez y juventud llena de burlas por mi peso o por mi forma de pensar ... esas cicatrices que hacen que me sienta incómoda si voy al gimnasio y hago ejercicio delante de los cachas. Esas marcas que me quedan y que me niegan la posibilidad de relacionarme libremente, ese miedo a la soledad pero no a estar sola..
Podría decir que la culpa de todo ello al resto, pero no puedo quitarme mi parte de culpa, porque yo también he criticado a alguien por su forma de vestir, bailar o peinarse.. porque simplemente se alejaba a lo que yo creía que era lo correcto. Porque todos hemos sido jueces, sin que nadie nos lo pidiera, porque todos creemos que tenemos la razón universal.. porque todos olvidamos el daño que podemos hacer simplemente con una mirada ..
Les dejo un corto que vi ayer y creo que simplifica muy bien lo que he intentado explicar en esta entrada. Y cierro así, ojalá pudiera concluir con una solución para este grave problema que tanto afecta a la sociedad que causa trastornos psicológicos, , alimentarios y que incluso se cobra vidas, pero desgraciadamente no creo posible erradicarlo.. porque somos seres sociales que quieren ser aceptados por el resto.. y queda mucho para que esta sociedad sea tolerante.
Creo que tienes mucha razón. Y lo más paradójico es que, aunque todos tenemos esas cicatrices y por tanto no nos resultaría tan difícil comprender las de los demás ni que los demás nos comprendieran a nosotros, a menudo las maquillamos en un intento de esconder todas nuestras imperfecciones, deseos y miedos. Todo lo que, al fin y al cabo, nos hace humanos.
ResponderEliminarUna frase preciosa la de Mario Benedetti.
Un saludo :)
Yo creo que lo más importante de las cicatrices es saber vivir con ellas con orgullo. Siempre va a haber alguien que las critique o haga valoraciones inadecuadas, pero si uno mismo sabe aceptarlas, las críticas son un simple eco :) Aunque ya sé que de decirlo a hacerlo hay un mundo...
ResponderEliminarEl primer paso para que los demás nos acepten, es aceptarnos y querernos a nosotros mismos... porque... ¿Si uno no se quiere, cómo puede pretender que los demás lo hagan?
TODOS tenemos defectos y detalles que pueden ser criticados. Por eso mismo, lo mejor es pasar de esos comentarios ofensivos. :)
¡Mucho ánimo Laura!
Hola Laura!! Qué tal estás?? Hace mucho que no publicas y me preguntaba que qué tal ibas! No queda nada ya para MIR y quería mandarte muchísima fuerza para este último empujón!! Este será tu año, feliz 2015 :)
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